He vuelto

He buscado, contraído, la versatilidad de mi derrota, y he sentido el placer de desaprender. Ahora vuelvo, con el calor de un claro mensaje.

Abuela oscura

...escapaste silenciosa sobre mi piel que te escupía; llamaste a la puerta del cielo y cayeron tus brazos para hablarme: -todo, aún no ha sido. Ese es el vestigio de otra verdad que me enseñaste. En lo oscuro, dejaste de golpearme para enseñarme la conciliación entre mi miedo y mis trampas, entre el equilibrio y el caos. No estaba tan lejos, pero tampoco estaba cerca. El tiempo corrió fugaz, tantas horas, para mí apenas unos minutos. Sé flexible me decías y yo jugaba a enredarme; te ofrecí lo que quedaba de mí, aunque mucho ya no tenía y en cambio me dejaste todo, y me diste más, y yo extrañado por tus caricias sonreí al universo. Hay una espada que se cierne siempre sobre nosotros y hay un abismo que puede tragarnos; hay también una mano que nos arranca los tormentos y nos da fe, hay convicciones que aún no han sido y otras por ser; hay sobre todo, un universo en nuestro cuerpo que debemos aprender a cuidar...

Águila

...se delinea la noche entre suspiros; la piel transpira las heridas y los viejos dolores. Entre los ojos de la noche encuentro el recuerdo de mí mismo y ahí estoy, expectante, sigiloso; alarmantemente sustraído del mundo y sus indecencias, abrigado al olvido de mi compasión; ahí estoy, entumecido, sonriente y volátil, sutilmente desequilibrado en el mundo de la razón contaminada que me ha educado, rompiendo los lazos con lo mundano. Me miro, y me encuentro en el fondo del vacío que soy, y me saco de ahí, me saco humedecido de ardores y locuras, adolorido por las luchas de mi condición. Pero claro, en mis ojos sólo se ve la angustia y desaparece el silencio de mi idiotez. Ahora vuelvo a ser el águila, todo allá abajo es hermoso...